Extremidades biónicas

En la actualidad son muchos los casos en los que personas que han perdido una extremidad recurren a la implantación de brazos o piernas artificiales. Hasta ahora, los movimientos que se podían realizar con estos miembros sintéticos han sido bastante reducidos, pero los avances tecnológicos están contribuyendo a reducir estas limitaciones.

Un grupo de científicos de la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania (EE.UU.), y de la Universidad Johns Hopkins, en Maryland (EE.UU.), ha logrado aumentar los grados de movilidad de unas extremidades robóticas que son controladas por la mente. Lo han conseguido desarrollando una prótesis modular de las extremidades (o MPL), es decir, una extremidad biónica controlada por los mismos nervios que controlaban el miembro real antes de su amputación. La parte biónica está hecha de una combinación de fibra de carbono ligero y aleaciones de alta resistencia.


Michael McLoughlin, responsable del desarrollo de una de estas prótesis en la Universidad Johns Hopkins cuenta: "Yo diría que está muy cerca de la destreza humana. No puede hacer absolutamente todo. Por ejemplo, no puede ahuecar la palma de la mano, pero puede controlar todos los dedos de forma individual. No creo que hay otro miembro que se acerque a esto".

Jesse Sullivan (que es quien sale en el siguiente video), perdió ambos brazos tras electrocutarse en 2001. Unas semanas después se le implantó su primer brazo artificial y fue capaz de utilizarlo casi desde el primer momento. Para él fue una cosa muy natural. El cerebro sigue pensando que el brazo está ahí.


Por el momento, las personas que sufren una parálisis casi total, es decir, del cuello hacia abajo, no pueden beneficiarse de esta técnica, ya que las señales del cerebro no pueden llegar al pecho, que es donde se colocan los electrodos que controlan el artilugio biónico. No obstante, es posible que en poco tiempo esté disponible tal avance, dicen sus autores.

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